Nuestro objetivo
Economía Sumergida
Las actividades desarrolladas bajo lo que se conoce como Economía Sumergida, se caracterizan principalmente por estar al margen del marco institucional, particularmente fuera de las normas laborales y fiscales. Éstas suponen para el tejido empresarial una quiebra del principio de competencia; para los trabajadores una situación de precariedad laboral e incremento de los riesgos laborales y para el conjunto de la sociedad una vulneración de las reglas del juego establecidas, con graves efectos también para la Hacienda Pública.
Se trata de las actividades que son productivas y relativamente legales pero que son escondidas deliberadamente a las autoridades para evitar pagos de impuestos y seguridad social, así como el incumplimiento de ciertas regulaciones.
Se utilizan numerosos conceptos relacionados con economía sumergida para referirse y estudiar este fenómeno, como podrían ser la economía informal, el trabajo no declarado o economía irregular.
Para una mejor aproximación al concepto de economía sumergida es necesario delimitarla y diferenciarla de otros conceptos y actividades productivas que son difíciles de medir y que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha definido como “Economía No Observada”. Según la OCDE, dentro de las actividades de la economía no observada, la economía ilegal y la economía sumergida representan una amenaza para el desarrollo y la cooperación de los países y las regiones.
¿Cómo nos afecta la Economía Sumergida?
Las actividades desarrolladas bajo lo que se conoce como Economía Sumergida, se caracterizan principalmente por estar al margen del marco institucional, particularmente fuera de las normas laborales y fiscales. Éstas suponen para el tejido empresarial una quiebra del principio de competencia; para los trabajadores una situación de precariedad laboral e incremento de los riesgos laborales y para el conjunto de la sociedad una vulneración de las reglas del juego establecidas, con graves efectos también para la Hacienda Pública.
Más allá de los efectos en el sistema fiscal, la economía sumergida supone un profundo desincentivo en nuestra sociedad para el desarrollo el crecimiento debido a los efectos que encontramos sobre el tejido empresarial: a mayor existencia de individuos operando en economía sumergida, mayores dificultades para competir en el mercado manteniendo unos precios competitivos y asumiendo los costes de trámites y pagos de impuestos.
Este desincentivo para operar de acuerdo a las regulaciones conduce a su vez a una dificultad adicional para innovar y atraer nuevos clientes, ya que las empresas son incapaces de conseguir la financiación necesaria para crecer y abrirse a la competencia en nuevos mercados.
A su vez, esta falta de desarrollo empresarial anula la capacidad empresarial como motor del desarrollo social y cívico:
- Deja de aportar al bienestar de la sociedad a través de la falta de colaboración económica vía tributos.
- Pierde la capacidad de impulsar el crecimiento del empleo y la disminución de la tasa de paro en una determinada región.
- Está al margen de las necesidades de protección ambiental que podrían afectar en el futuro su propia actividad.
- Suponen un riesgo para la salud personal y una quiebra de los valores en los que nos queremos educar.
- Lleva a una determinada región o territorio a perder la efectividad de políticas económicas y sociales.
Gabinete de Ecomía Sumergida
El Gabinete de Economía Sumergida de la Confederación Canaria de Empresarios es un comité multidisciplinar que se encarga del estudio y de la divulgación de los fenómenos relacionados con la economía sumergida dentro del ámbito territorial de las Islas Canarias.
Las diversas acciones del Gabinete de Economía Sumergida están incluidas dentro de las actividades de Participación Institucional de la Confederación Canaria de empresarios y tienen el apoyo y la financiación de la Consejería de Economía, Conocimiento y Empleo.
La visión de la Economía Sumergida en nuestra sociedad
Es un hecho que las economías más desarrolladas destacan por tener un crecimiento sostenible. Cada uno de estos países ha desarrollado sus propias instituciones y leyes de forma independiente, con una creciente tendencia a sacar el mayor beneficio de las actuaciones y distintas políticas gubernamentales.
Independientemente de las distintas formas de gobierno y organizaciones naciones, las personas poseen una conciencia compartida de civismo, convivencia social y solidaridad. Una adecuada formación en materia cívico tributaria ayudar a comprender que la economía sumergida supone una quiebra a este conjunto de valores que queremos en la sociedad.
- La economía sumergida es injusta: castiga a las empresas socialmente responsables que tienen objetivos sostenibles, desviando clientes potenciales y amenazando su supervivencia.
- La economía sumergida no es solidaria: no tiene ningún compromiso con los colectivos especialmente vulnerables, puede agravar su situación de necesidad en el largo plazo y crea los canales necesarios para que aflore economía irregular e ilegal.
- La economía sumergida es peligrosa: crea los canales necesarios para que la economía ilegal (armas, mafias, drogas) pueda campar a sus anchas y para colaborar con el fraude, la corrupción y el blanqueo de capitales.
- La economía sumergida fomenta la desigualdad: amenaza la capacidad del estado para redistribuir fondos hacia los más necesitados y anula su capacidad para gravar a los sujetos en función de su capacidad económica.
- La economía sumergida fomenta la falta de capacitación: además de no contribuir con el sistema educativo a través de la evasión fiscal, también dejan de cumplir con el derecho a la formación de sus trabajadores y es incapaz de renovarse e innovar, demandando nuevos conocimientos.
- La economía sumergida quiebra los valores: recompensa las trampas y las malas prácticas, haciendo complicado enseñar la importancia del esfuerzo y de la superación, la deportividad o la humanidad.
- La economía sumergida puede crecer si nadie la para: en un contexto con un elevado nivel de economía sumergida resulta muy dificil emprender cumpliendo los trámites y regulaciones.
Los acuerdos sociales sanos y sostenibles deben llevar a una aversión de toda forma de economía sumergida y fraude fiscal, que se entiende como un ataque al fondo común, a través de una adecuada transmisión del conocimiento y la educación cívica.
Nuestra misión: luchar contra la Economía Sumergida
Debido a las dificultades de su control y medición, una de las apuestas más interesantes consiste en la divulgación de un mensaje cívico en el que todos los individuos sean llamados a formar parte de la sociedad y luchar contra la economía sumergida. Para ello es necesario que las personas tengan los conocimientos necesarios para detectar la presencia de economía sumergida y dotarles de la herramientas necesarias para que no sean cómplices de este fenómeno.
A través de la lucha contra la economía sumergida podemos fomentar la mejora del estado de bienes para la sociedad en su conjunto e impulsar el crecimiento económico a través de la consolidación de empresas responsables y comprometidas con objetivos de desarrollo sostenibles.
Nuestros valores
Luchar contra la economía sumergida a través del fomento de la educación cívica y tributaria, y fomentando un diálogo social y una integración de los principales agentes en la mejora de nuestro sistema fiscal supone aceptar e impulsar los principales valores de la sociedad donde queremos vivir:
- Justicia.
- Solidaridad.
- Bienestar social.
- Innovación.
- Crecimiento económico sostenible.
- Cuidado del medio ambiente y del entorno.
- Defensa de los derechos humanos y de los derechos de los trabajadores.
- Importancia de la educación, sobretodo de la educación cívica.
Educación y formación
Recursos formativos para investigadores, docentes y estudiantes
Información de trámites
Procedimientos frecuentes para hogares, trabajadores, empresarios y empresas
Apoyo personal
Una línea de ayuda para salir de la economía sumergida
Confederación Canaria de Empresarios
La CCE destaca por ser una organización empresarial de carácter intersectorial de afiliación libre y voluntaria que actúa siempre, bajo los criterios propios de la representatividad que ostenta.